«He vuelto a nacer»: la historia de Claudia, una mujer que ha recuperado su vida y su dignidad

«Mi nombre es Claudia. Tengo 30 años y esta es mi historia: una historia de baches, complicaciones y dolor, pero también llena de ilusiones y sueños.

Siempre tuve una vida normal, estable y acomodada. A los 18 años me fui del pueblo a Sevilla para estudiar Educación Social, y desde entonces he vivido sola en distintos lugares por motivos laborales. Pero un día todo cambió. Llegó la noche más oscura: consumí. Probé la droga y empezó mi pesadilla.

A medida que pasaban los días, casi sin darme cuenta, la droga empezó a controlar mi vida y yo lo fui perdiendo todo. Perdí la salud, la familia, el trabajo, el coche, los ahorros… Perdí las ganas de vivir y de luchar. Pero aún quedaba lo peor: acabé en la calle.

Durante dos meses, los parques y los portales se convirtieron en mi cama. Pasé días de hambre y muchas noches de frío. Parece imposible, pero terminas por acostumbrarte; a lo que no te acostumbras nunca es a la indiferencia y al rechazo de la sociedad. Dejas de existir, te vuelves invisible y la vida pierde su sentido. Maldices una y otra vez el día en que empezó todo, y comienza entonces la lucha por una nueva vida.

Cuando más desesperada estaba, a punto de rendirme, llegó mi salvavidas: la llamada del Centro Padre Cristóbal de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz. Y ahí todo cambió.

He vuelto a nacer. Sigo en la lucha diaria de mi recuperación. He encontrado trabajo, estoy recuperando mi salud y también a mi familia. He conocido a personas maravillosas y a alguien que me ha devuelto la ilusión.

Lo he conseguido. Ahora soy feliz, vivo tranquila y en paz. Y, sobre todo, no dejo de luchar ni de soñar.

Sueño con un hogar junto a mi pareja, con formar una familia, con estar cerca de los míos. Sueño con un trabajo estable y una vida ordenada. Y sé que lo voy a lograr.»