Acción social31/03/2023

La desconexión digital es el nuevo “analfabetismo del siglo XXI”

La brecha digital, entendida como la carencia de recursos digitales, así como la falta de capacidades digitales, es un factor de exclusión sociolaboral

A raíz de la crisis sanitaria de la Covid-19, la digitalización ha sufrido un gran aceleramiento. Lo que en un momento supuso una respuesta puntual y necesaria a una situación desconocida y extraordinaria, se ha instaurado en nuestro día a día con un gran peso.

En estos momentos, la conectividad tecnológica es necesaria para realizar cualquier trámite administrativo, para comunicarse y relacionarse, para acceder a recursos, para estar informado, etc.

Pese a que la digitalización tiene sus ventajas y, a quien dispone de medios y competencias para utilizarla y beneficiarse de ellas, le facilita enormemente su día a día; existe la otra cara de la moneda: el no disponer de capacidades digitales ni recursos tecnológicos supone una traba importante, lo que les lleva a permanecer al margen de la sociedad. Podríamos decir que la desconexión digital es el nuevo “analfabetismo del siglo XXI”. Una vez más, descarta a las personas más vulnerables y les impide participar en distintos ámbitos de nuestra sociedad.

Según el estudio “Cohesión social y consecuencias de la Covid 19 en España” (Fundación Foessa, 2022) “El apagón digital afecta al 35% de la población, en parte por no disponer de los aparatos necesarios, pero, sobre todo, por carecer de una conexión adecuada (21%) o de las habilidades necesarias para su manejo (29%)”. Esta nueva brecha social podría intensificarse en el futuro, si no se toman las medidas oportunas ya que todo apunta a la digitalización de la vida económica y social”.

La brecha digital, entendida como la carencia de recursos digitales, así como la falta de capacidades digitales, es por tanto un factor de exclusión sociolaboral. Poder acceder a un empleo o realizar algún trámite online que aumente las posibilidades de conseguirlo (enviar curriculum, informarse de ofertas, inscribirse en un portal de empleo o en una formación…) es una dificultad importante sin medios ni destreza para ello.

Es por este motivo, que desde el Programa de Empleo de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz pretendemos dar respuesta a las personas que se encuentran en búsqueda activa de empleo con esta necesidad de trabajar su autonomía digital. Facilitando espacios digitales y recursos tecnológicos, a través de acciones individuales con las personas para su aprendizaje y talleres de competencias digitales (en colaboración con el “Plan de competencias digitales para la empleabilidad en Extremadura”), tratamos de reducir estas barreras y que todas las personas puedan tener la misma oportunidad de acceder a un empleo.

De esta manera, pretendemos que nadie se quede fuera, pueda desenvolverse en esta nueva era digital y que sus derechos a un empleo digno no se vean vulnerados.