Cooperación internacional26/12/2025

La luz brilla en la oscuridad, la oscuridad no la ha vencido

Mensaje de Navidad de Cáritas Jerusalen.

La luz brilla en la oscuridad, la oscuridad no la ha vencido.

Juan 1:5

Cáritas Jerusalén nos hace llegar su mensaje de Navidad

Queridos hermanos, hermanas y amigos:

Esta Navidad tiene un significado más profundo que cualquier otra en los últimos años. Durante dos largas y dolorosas estaciones, nuestra tierra celebró sin árboles de Navidad, sin luces, sin reuniones alegres; solo con oración, silencio y dolor por el inmenso sufrimiento padecido en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Hoy, aunque la realidad sigue siendo frágil y llena de desafíos, algo ha cambiado: la esperanza resurge.

Este año, las celebraciones navideñas volverán a los pueblos y aldeas de Tierra Santa. Los árboles brillarán de nuevo en nuestras iglesias y plazas públicas. Los niños se reunirán alrededor de los belenes. Las familias respirarán, aunque sea breve, un momento de paz. Estos pequeños signos (luces, villancicos y oraciones compartidas) no son solo tradiciones; son actos de desafío contra la desesperación y declaraciones de fe en un mañana mejor.

No podemos ignorar las dificultades actuales. Gaza sigue cargando con heridas que nos llevará sanar generaciones. En Tierra Santa, las familias luchan bajo una profunda presión económica y las consecuencias del conflicto. El peso diario de las crisis continúa afectando a agricultores, trabajadores, madres, padres y, especialmente, a nuestros hijos, que anhelan un futuro sin miedo. Y, sin embargo, a pesar de todo, nuestro pueblo sigue en pie, reconstruyendo y creyendo. La resiliencia de los palestinos sigue siendo un testimonio de fe viva.

A lo largo de este difícil camino, Cáritas Jerusalén ha acompañado a nuestras comunidades, ofreciendo atención médica, apoyo psicosocial, ayuda humanitaria y el simple, pero transformador, don de la presencia. Mantenemos nuestro compromiso de llevar esperanza, dignidad y compasión dondequiera que la oscuridad amenace con prevalecer.

Esta Navidad, cuando las luces regresan a nuestras calles y las celebraciones regresan a nuestras parroquias, oramos para que la pequeña llama de la esperanza se convierta en una paz duradera. Que el Señor, que eligió nacer en nuestra tierra, bendiga a todos los que sufren, consuele a todos los que lloran, fortalezca a todos los que sirven y nos guíe hacia la luz que ninguna guerra ni injusticia puede extinguir. De parte de todos nosotros, en Cáritas Jerusalén les deseamos una feliz Navidad y un Año Nuevo lleno de recuperación, justicia y esperanza duraderas.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a todas las personas de buena voluntad.