Día de la Infancia: Mejorar la calidad de vida de los menores protegiendo sus derechos
Más de 160 niños y niñas son acompañados a través de los distintos proyectos de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz destinados a garantizar la promoción de la salud, la educación y la protección de los menores
Este 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos de la Infancia, cuyo objetivo es reivindicar la fraternidad y la comprensión hacia los niños y niñas del mundo para garantizar su bienestar y que sus derechos no sean vulnerados, ya que son uno de los colectivos más vulnerables y, por tanto, el que más sufre las crisis y los problemas del mundo.
En este día recordamos que todo menor tiene derecho a la salud, la educación, la protección y a una vida digna, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido o en la situación socioeconómica en la que se encuentren sus familias.
Apuesta por el acompañamiento
El desarrollo de los distintos proyectos de infancia y de mujer y familia que Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz tiene en la diócesis, posibilita la mejora de la calidad de vida de los menores, protegiendo sus derechos y luchando contra la pobreza infantil mediante la escucha activa, para hacer sentir a las familias acompañadas que no son meros destinatarios de las acciones, sino los protagonistas de las mismas.
Los proyectos se centran, sobre todo, en intervenciones socioeducativas dirigidas especialmente a garantizar el disfrute de un ocio y tiempo libre saludable, el derecho a la participación y a sentirse escuchados, el acceso a una educación de calidad e inclusiva, el derecho a tener una familia que les quiera y, en suma, el derecho de todos los niños, niñas, adolescentes y sus familias a ser felices.
Urge una respuesta ante la desprotección
Los menores ven limitadas sus oportunidades, teniendo que afrontar a edades tempranas importantes problemas como crecer en un hogar en el que no se puede hacer frente al pago de los servicios básicos y bienes de primera necesidad o habitar en viviendas en condiciones precarias.
Debido a estas situaciones de inseguridad e inestabilidad familiar, tanto emocional, social como material que viven en casa, los menores presentan más riesgo de sufrir estrés, ansiedad, etc. Este estrés, influye en el desarrollo emocional y social del menor, afectando, además, en su progreso escolar, provocando situaciones de fracaso y/o abandono escolar.
Desde Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz apostamos y acompañamos a las niñas y los niños, a los adolescentes y a sus familias en el derecho a ser felices, a encontrarse y sentirse plenos, a tener un bienestar desde lo individual, lo familiar y desde lo comunitario.