Noticia04/04/2023

Las familias ucranianas acogidas en Badajoz “normalizan” su vida tras cumplirse un año del estallido de la guerra

Desde el programa se sigue realizando un acompañamiento individualizado a cada una de las personas acogidas

Esta semana se cumple un año de la llegada, a la ciudad de Badajoz, de 32 personas de procedencia ucraniana, como consecuencia del inicio de la guerra que continúa en el país europeo. De estas 32 personas atendidas, 17 de ellas, son niños y niñas que llegaron junto a sus madres y otros familiares cercanos (abuelas, tías, sobrinas, etc…).

Desde que comenzó el conflicto, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, junto al Grupo Preving, comprometidos en la realización de la acción caritativa y social, coordinaron una actuación inmediata para acoger a las familias que hoy día residen en la capital pacense.

Proyecto de acogida y acompañamiento

Gracias al proyecto, financiado por la Fundación Ubuntu Afrika, de Grupo Preving, y la gestión de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, hoy podemos decir que las familias tienen una vida lo más “normalizada” posible, dentro de las circunstancias que siguen viviendo y que cada día viven con cercanía sobre la realidad de su país.

Las mujeres adultas se encuentran en una situación laboral activa, facilitando esto a una mayor integración en la comunidad. Además, en el mes de noviembre, finalizó la estancia residencial, que en un primer momento se acondicionó en la parroquia de Santa Teresa y dos viviendas de la parroquia de San Fernando, dando paso a viviendas de vida autónoma que cada familia tiene en distintos barrios de la ciudad. Esto ha posibilitado que cada una de las familias tenga una comunidad de referencia, barrio, vecinos y vecinas, entre otras estructuras que configuran la pertenencia a un barrio.

Desde el primer momento, el acompañamiento a los menores de edad, ha sido y es una prioridad, abordando aspectos fundamentales en el desarrollo de los niños y niñas, espacios de juego y esparcimiento, educación, aprendizaje del idioma, etc. Actualmente, los niños y niñas siguen su curso escolar con normalidad, siendo también acompañados desde los diferentes contextos educativos donde se encuentran.

”Después de este año de convivencia, – comenta Elena Blanco, técnico del programa de acogida a familias ucranianas- podemos decir que se han logrado objetivos fundamentales dirigidos principalmente, a la integración de las personas en la comunidad y a la inserción laboral, siendo estos dos factores fundamentales en la vida de las personas”.

 No obstante, desde el programa se sigue realizando un acompañamiento individualizado a cada una de las personas que se atienden, abordando de manera integral las necesidades y demandas que se presentan.

Actuación en el territorio

Desde Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, en coordinación con la Confederación de Cáritas Española, sigue brindando apoyo a las Cáritas que operan en el país – Cáritas Ucrania y Caritas Spes-Ucrania.

 “El apoyo de Cáritas Española está siendo fundamental para atender la emergencia. Con su ayuda estamos consiguiendo responder a las necesidades básicas de muchas personas, que han tenido que dejar sus hogares. Un tercio de la población permanece desplazada. Por eso, es tan importante poder ofrecerles una comida caliente o un lugar para que puedan dormir durante su huida. Queremos daros las gracias de corazón por caminar junto a nosotros y por acompañarnos”, asegura Tetiana Stawnychy, presidenta de Cáritas Ucrania en un video mensaje enviado a Cáritas Española, al cumplirse el primer aniversario de la ocupación militar rusa.

Desde el comienzo del conflicto, las Cáritas que trabajan en el país han proporcionado ayuda humanitaria de emergencia a más de seis millones de personas. La mayoría de las ayudas prestadas están relacionadas con la distribución de alimentos y enseres domésticos (53,91%), agua y saneamiento (22,32%), alojamiento (9,25%), protección (5,47%), atención sociosanitaria y apoyo psicosocial (2,8%), dinero en efectivo (1,56%) y otros servicios (4,68%).

Tras un año de contienda, se estima que más de 18 millones de personas siguen necesitando ayuda humanitaria de emergencia en Ucrania. La confederación de Cáritas ha acompañado a 5.378 refugiados ucranianos en España desde el inicio de la guerra, con el objetivo de responder a una de las peores emergencias humanitarias y una de las mayores crisis actual de desplazados en el mundo.

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